lunes, 3 de octubre de 2022

Vida cotidiana . La fiesta de Doña Alejandra Loaiza y su disputa con el Teniente de Justicia

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Escena de un baile de joropo en tiempo colonial,
el cual era extensivo a todas las clases sociales



 EL BAILE DE DOÑA ALEJANDRA LOAIZA, una señora de calidad en el pueblo de Maracay

Doña Alejandra Loaiza,  realizó un baile en su casa el 7 de abril de 1801, para lo cual invito gran número de personas, entre otros, Don Santiago Michelena,  Doña Rosa Rojas, Doña Rafaela Zumeta, Don Manuel Cereso, Don Javier de Uselai, Don Lorenzo Zuloaga, Don Pablo de Olmo, su yerno.  Para amenizar el sarao Doña Alejandra había contratado un arpista y un maraquero. Una requisito no cumplió la citada Dama y fue solicitar permiso al Teniente Justicia Mayor, Don Jose de Garay, quien había dispuesto de acuerdo con las  normas del Buen Gobierno y leyes municipales “que ninguna  persona de cualquiera calidad o condición que sea, ponga bailes ni otras diversiones de concurso sin su expresa licencia la cual concederá hasta el toque de las ánimas”.(1)  Esta omisión fue considerada una ofensa por parte del Teniente Justicia, decidiendo que no iba a pasar por alto esta desatención de Doña Alejandra,  quien a su juicio “tenía ínfulas de gran señora” y manifestaba  desprecio a la Autoridad Real que residía en él. (2)
Conjunto de música llanera conocido como Joropo.
 Instrumentos arpa, cuatro y maracas

Estando en apogeo la fiesta el Teniente  Justicia hizo acto de presencia en la misma, acompañado de dos ayudantes, conminando a Doña Alejandra a suspender el baile y solicitando a los presentes el desalojo del lugar y a los músicos que dejaran de tocar en el acto. La mayoría de los presentes fueron renuentes al acatamiento de dicha orden, entre ellos Don Santiago Michelena dijo “que a él lo habían invitado a bailar y no iba a irse sin hacerlo”. (3)El maraquero Antonio Rosillo riposto que “no podía mandarlo porque era de las milicias de Pardos” (4)y dijo al arpista, que también pertenecía a dicha milicia,  continuo tocando.

 
Cruce de palabras, voces altas, entre el  Justicia Mayor, Doña Alejandra, Doña  Rosa Rojas y Doña Rafaela Zumeta, esposa de Don Carlos Cerezo, cuando este preguntó ¿con que permiso puso la fiesta? Doña Alejandra contesto “como dueña que era de su casa la había puesto; que no era su casa ninguna de negros; y que las señoras de su calidad no tenían que pedir licencia al Juez”,  (5) respondiendo  el Justicia Mayor, en todo alterado “¿que si él era negro para no obedecer su orden?”,  (6) pidiéndole compostura sino quería ir presa.  Intervino Don Pablo de  Olmo, yerno de Doña Loaiza, diciendo al Justicia Mayor que no gritara a su madre “sino quería pasar a mayores”.(7)
 El Justicia Mayor consideró de además de hacer mofa de su Autoridad Real, hecho ya notorio en el pueblo, el plan oculto de la fiesta era asesinarlo, no tenía explicación el motín tramado entre todos,  delito por el cual acusó a Don Pablo de Olmo, Don Carlos Cerezo y Don Eugenio Orozco, hijo de Doña Alejandra. En cuanto al maraquero, Antonio Rosillo, participo del hecho al Marques del Toro, Comandante de las Milicias de Aragua desde 1808. 
 Don Pablo de Olmo fue hecho preso dos días después en un palenque, cuando en la gallera departía con unos amigos. De allí fue llevado a la Cárcel Real bajo la acusación de intento de asesinato al Teniente Justicia Mayor, posteriormente fue trasladado a la cárcel del Cuartel de Milicias de Blancos en La Victoria . Preso Don Pablo reapareció una vieja enfermedad, la cual según el diagnóstico del cirujano Don Josep Raymundo  está padeciendo de una callosidad en la uretra de resultas de una gonorrea por cuyo motivo se le retiene la orina, causándole gravísimos dolores y juntamente está expidiendo estupos sanguinolentos”. (8) Solicitó su esposa Doña Trinidad Osorio que se le diera como cárcel el pueblo de Maracay ya que su esposo estaba sufriendo prisión por un figurado delito (199), sirviendo como fiador  Don Antonio de Ardibe, vasco, rico propietario, introductor del añil en Venezuela, quien además se comprometió al pago la mitad de la fianza fijada en 45 mil pesos. Un año después las instancias superiores de la Ley determinaron que Don Pablo de Olmo “no es acreedor a pena corporal por  criminitativas que ha motivado esta carta y si por el contrario a que se verifique su excarcelación”.(9).
El significado de este litigio lo encontramos en la lucha de poderes entre la élite de Maracay, conformada principalmente por canarios y vascos, ricos propietarios, hacendados y cultivadores de añil, todos con el distintivo de Don o Doña, que los caracterizaba como “gente principal” o “gente de calidad”, los canarios habían sido los propulsores de la creación de la Parroquia en 1701, agricultores, criadores, comerciantes,  y los vascos, introductores del añil, contra el estricto control social a través del Bando del Bueno Gobierno y Leyes de la Municipalidad del Teniente Justicia Mayor Don José de Garay,  a través de las cuales, pretendía  quitar privilegios consagrados en las Leyes de Indias y en la base estructural de la sociedad dividida en clases, igualándolos a clases inferiores como eran considerados los negros, de los cuales muchos de ellos eran propietarios.  De ahí el contrapunteo entre Doña Alejandra “mi casa no es de negros” y su respuesta “acaso yo soy negro”. 
Negros libres o esclavos, pardos, eran considerados gente inferior, lo que motivaba a los blancos, a no perder las prerrogativas otorgadas a su clase. Maracay, según el Censo del Obispo Mariano Martí en 1782 estaba compuesta  por 1.617 blancos, 2.315 mulatos, 83 negros, 488 esclavos y 1.055 indios. Total 5.558 . De este pueblo había dicho el Obispo Martí que “era el más alegre” de la comarca. (10).Las Cédulas Reales una de 1786 donde sancionaba el modo en que los amos debían tratar a los esclavos  y la  Cédula Gracias al Sacar de 1795, fue combatida por los blancos, por cuanto consideraban lesivo a sus prerrogativas.

Ahora en cuanto a la acusación de Don Pablo de Olmos y otros organizadores de un supuesto complot para cometer el homicidio de Don Jose de Garay, el expediente solo contiene las declaraciones del Teniente Justicia y sus dos ayudantes. No esta la declaración de Olmos ni los otros inculpados. Un año después Olmos obtuvo libertad plena por no haber causa criminal a juicio de los Jueces de la Real Audiencia

Dos siglos después, la practica del Teniente Justicia Mayor no ha desaparecido, el abuso de poder parece que quedo formando parte de las practicas de algunos funcionarios de gobierno.

Notas. (1-9) Padrón 1985, paginas 187-201

Fuente: Padrón, Augusto (1985). Maracay en su historia. Editorial Impresa Grafica Integral C.A. Segunda edición. (Primera edición 1972). Expediente Civiles. Maracay 1801. N| 18. Don Pablo de Olmo en los autos que se siguen sobre una diversión de baile puesto en la casa de Doña Alejandra Loaiza.










 [S1]

miércoles, 13 de julio de 2022

DR.JORGE BROCKS. RELATOS DE VIDA. HISTORIA URBANIZACION LA SOLEDAD


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Archivo personal del Dr. Jorge Brocks. Patrimonio Cultural Documental En la foto de derecha izquierda. Zandra Perez (historiadora, Dr. Guillermo Reyes, vecino urbanizacion y Dr. Jorge Brocks, vecino, relator. Dia 8 de julio de 2022. 

En la fotografia Dr. Jorge Brocks y Profesora Zandra Perez (historiadora, Dra.en Historia UCV). En la plaza Cristobal Mendoza La Soledad, sitio de reunion de escuchar los relatos de vida.



martes, 17 de mayo de 2022

EDELFIDA GARCIA DE PARRAGA, RELATOS DE VIDA EN LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA


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Historia urbanizacion La Soledad. Grupo de vecinos nos reunimos en la Plaza para escuchar los relatos.

Los relatos de vida. En la investigacion que venimos realizando Historia de la urbanizacion La Soledad,  uno de los objetivos es escuchar las voces de los vecinos. En este sentido hemos venido relacionandonos con ellos a traves de grupos de watsap de la urbanizacion y relaciones personales que han venido conformandose en el transcurso del tiempo.


 Nuestra vecina Edelfida Garcia de Parraga, de 85 años de edad, nacio en 1937, es una mujer muy activa que desde su adolescencia ha destacado por su participacion social. Asi a los 16 años fue la novia del Liceo Codazzi, fue secretaria bilingue en la empresa Cartones de Venezuela, cuando la empresa inicio en Venezuela su produccion manufacturera. Participo en la Sociedad de Damas San Vicente de Paul, tuvo un taller de Pintura en su hogar, donde realizo labor docente con niños y adolescentes, participo en el Primer Consejo Comunal de la Urbanizacion y en la actualidad continua activamente en las redes sociales.

Las entrevistas las realice en su hogar, donde amablemente me recibio. Alli me relato su historia, que hoy comparto con ustedes para resaltar en primer lugar la calidad de las personas, que hacen participan activamente en la sociedad y en segundo lugar, la utilizacion de las historias de vida, para la enseñanza de la h istoria.


 Sociedad de Damas San Vicente de Paul 1949-2015

Edelfida:   La Sociedad de Damas San Vicente de Paul, era una asociacion que había nacido en Maracay en  el año 1949, siguiendo los preceptos de San Vicente de Paul. Fue en febrero del año 1970 cuando  ingrese a esta Sociedad, amigas y familiares participaban en ella y me invitaron a unirme. Mi primer Rosario Penitencial lo hicimos en la casa de la Sra.Maria Cristina Montenegro, una amiga “jacarandosa”, muy alegre. El rezo era todos los lunes. 

 Esta Sociedad de Damas se formo con un grupo de mujeres, conocidas entre ellas, que se unieron para hacer labores beneficas, unidas como estaban por un gran espiritu de solidaridad con los mas necesitados. Entre estas damas fundadoras estaba Doña Luisa Godoy de Casanova, madre de quien fuera Gobernador del Estado Aragua José Casanova Godoy y esposa de José Casanova, un conocido hombre de negocios en Aragua y quien había sido Concejal del Municipio Girardot después de la muerte del general Juan Vicente Gómez.  Otras damas fundadoras fueron Ana Luisa de Rodríguez, Lea de Romero, Peggy de Vivas Teran, Idacira Zerpa (ver el acta de constitución). 

Como te dije, segun la documentacion que reposa en mi poder, la Sociedad de Damas San Vicente de Paul, había conseguido la donación por parte de la Municipalidad de un terreno de 4000m2 en La Candelaria, El Limón. Alli  fue creada una guardería con el objetivo de ayudar a las madres de esa comunidad. La guardería era atendida por madres colaboradoras unas, otras remuneradas.  

Andando el tiempo la comunidad solicito que creáramos una Escuela para que los niños y niñas continuaran allí sus estudios y así lo hicimos. Asumimos ese compromiso, lo cual requirió mayor esfuerzo económico para el mantenimiento y pago de los sueldos del personal que allí trabajaba. Los gastos se cubrían con las actividades que hacíamos las Damas de San Vicente. Además de la guardería y la Escuela Primaria, la Sociedad de Damas participaba en otras actividades benéficas en los ancianatos, no solo cubrir necesidades economicas, sino participar con ellos en actividades recreates que llamabamos "tertulia con los abuelos".  juegos de cartas, domino . Cada 24 de Mayo,  un almuerzo  para recaudar fondos, también verbenas, bingos, y solicitábamos ayuda a las empresas. Aquí en la urbanización muchas mujeres participamos en la Sociedad de Damas, entre ellas Julie Hortegon, gran amiga ya fallecida.  

 Desempeñe en varias oportunidades el cargo de Presidenta y Vicepresidenta.  La preservación del terreno, fue primordial porque en el transcurrir de los años fue una posesion muy valiosa por lo que teniamos un Archivo de toda la documentación que acreditaba a la Sociedad como poseedora de dicho terreno.  para la Sociedad de Damas, para mi como te dije ingrese en 1970. El año 2015 fue el final de la Sociedad de Damas San Vicente de Paul, cuando hicimos donación de las instalaciones y terrenos a la congregación religiosa Hermanos Franciscanos con el compromiso que continuaran en la misión que nosotras habíamos establecido y que la institucion continuara llamandose San Vicente de Paul. 

La gente que nos pregunta ¿Por qué finalizamos la gestión que tanto bien hizo a la comunidad y que llevamos adelante nosotras con nuestro esfuerzo y trabajo? Les respondo: “habíamos envejecido, no teníamos generación de relevo, los tiempos habían cambiado, se establecieron nuevas normas, leyes y reglamentos en el sistema educativo. Todo estaba complicado”. En el año 2015 surgieron conflictos laborales con el personal docente y directivo. Yo tuve que asumirlos como Presidenta de la Sociedad de Damas, cargo que había ejercido en diferentes años, aunque siempre con la colaboración de grandes amigas de la Sociedad, como Julie Hortegon, quien vivía en la calle 10, donde hoy está el edificio Mediterraneo, mi cuñada, que tambien era Dama de la Sociedad y por supuesto con Angel Luis, ya enfermo, estuvo pendiente de todo y me ofrecio ayuda para que yo culminara mi gestion. Tambien mi hijo colaboro conmigo a traves de un amigo abogado que solvento todos los problemas derivados de los reclamos laborales de las docentes. 

Grupo Damas San Vicente de Paul. Sentada derecha a izquierda Edelfida de Parraga

Orden Bolivariana "Ciudad de Maracay". 



El taller de Pintura


Como te dije antes “méteme en todo” yo en la década de los años setenta, entre 1974 y 1977 inicie clases de pintura con  Jorge Meneses, un destacado artista plástico que creo el “Taller de Arte Meneses”.


 Ahí aprendimos no solo técnicas de pintura sino el desarrollo de la sensibilidad artística. Tenía el taller un numeroso grupo de alumnos y el maestro Meneses fue un gran mentor. En la presentación de mi primera exposición dijo que en mi pintura no había encasillamiento de la línea, sino “un sentido de interpretación de la naturaleza acercándose cada vez con decisión y empeño al oficio del buen pintor”. Y por supuesto refirió que mi temperamento y manera extrovertida era el mejor elemento de expresión. Entre 1976 y 1979 participe en varias exposiciones colectivas e individuales. Con este retrato gane el Primer Premio.

En mi casa tenía yo mi Taller de Pintura y un grupo de alumnas. Por supuesto que en esa actividad Ángel me apoyo plenamente. El mismo hizo 14 caballetes, compraba los materiales y estuvo pendiente de todo.


El Consejo Comunal urbanización La Soledad

 

Edelfida- Yo participe en el primer consejo comunal de la urbanización, en l  grupo de Contraloria  que estaba conformado por cinco Vecinos: Luisa Gil, Edith Zambrano, Julio Gómez, Melvis Lunar y yo. Yo quede como vocera principal.  Las funciones del contralor no las conocía, pero en ese tiempo hubo gran entusiasmo por formar el Consejo Comunal y por eso nos postulamos más de 100 vecinos para las distintas vocerías, y la votación y conteo de votos fue en la Plaza. Yo como siempre, para hacerlo bien, me fui hasta la Oficina del Contralor Municipal y tuve la suerte, vamos a llamarlo asi, de que estaba en esa Oficina Felicita Di Cera, quien fue esposa de de Joseito Casanova y yo conocía. Hice un curso de aproximadamente cuatro meses para conocer todas las leyes al respecto.  El Contralor era primo hermano de Julie Ortegen mi gran amiga y Dama de la Sociedad San Vicente de Paul, y me consiguió la audiencia con el , con la gran suerte o fortuna que  me dio el entrenamiento o la inducción fue Felicita Di Cera, esposa de Joseito Casanova, quien fue Gobernador e hijo de la señora Luisa de Casanova quien fue Presidenta de la Dama de San Vicente de Paul. 

Durante el tiempo que estuve en el Consejo Comunal se presentaron varios casos importantes como el del área verde que ocupa el Colegio La Concepción, que es un terreno de la urbanización pero que se permitió al Colegio utilizarlo porque argumentaron la seguridad de los estudiantes, ya que esa área esta entre dos edificios del Colegio, y habían ofrecido hacer una capilla en la planta baja para la comunidad. La Capilla la hicieron pero dentro del Colegio. (ojo preguntar en el colegio.

Otro caso importante fue el convenio con la Universidad Bicentenaria de permitir a los vecinos de la urbanización, principalmente en los que viven en las calles cercanas, tener paso o acceso a la avenida principal de Las Delicias para lo cual la Universidad construyo una puerta que mantiene un vigilante para control peatonal. Todo esto por convenio firmado.

 REDES SOCIALES.

Yo participo en varios grupos de vecinos en la Urbanizacion y en todos ellos expreso mis ideas sobre el devenir de la Urbanizacion.




Plaza La Soledad. Evento con los abuelos de la urbanizacion. Fotografia de izquierda a derecha Nancy Montenegro,Luz de Guillen, Edelfida de Parraga, Jorge Brock y Zandra Perez.

EN LA COMUNIDAD PARTICIPANDO CON LA UPEL EN LA RECONSTRUCCION DE LA HISTORIA DE LA URBANIZACION LA SOLEDAD




En la Plaza La Soledad Cristobal Mendoza, compartiendo con vecinos 


Con vecinos y Damas de la Sociedad San Vicente de Paul 27-mayo 2022.

viernes, 1 de abril de 2022

JOSE ANTONIO PAEZ Y LA HACIENDA LA TRINIDAD


Dibujo del General Jose Antonio Paez en 1828, realizado por  Sir Robert Ker Porter. (coleccion Alfredo Boulton). 


 
 LA HACIENDA LA TRINIDAD. La hacienda La Trinidad propiedad de Don  Antonio Fernandez de Leon, Marques de Casa Leon, ubicada en el valle de Tapatapa, llamado tambien El Limon, limitaba por el norte con la Cordillera de la Costa y por el sur con el lago de  Valencia,  estaba sectorizada para diferentes cultivos como cafe, caña de azucar, cacao, añil, poseia ganado, ricas tierras, abundante agua, mano  de obra esclava  y una hermosa casona. Dicha posesion la habia recibido el Marques como dote de su esposa  Josefina Carrera, hija de  Don Antonio  Carrera, integrante este grupo familiar de la oligarquia territorial durante la colonia. Don Antonio Fernandez de  Leon, ocupo el cargo de Oidor durante el gobierno colonial, por su origen español y su formacion profesional, por cuanto era abogado. El titulo de Marques de Casa Leon lo obtuvo en las postrimerias de la colonia en 1808. 
Cartograma
 Aproximacion a terrenos de la hacienda La Trinidad
Fuente Google. 
Fotografia. Casa del Marques de Casa Leon 

Fotografias publicadas en El Cojo Ilustrado, 1898
Vista panoramica del patio del secado 



LA PERMUTA DE PAEZ PARA OBTENER LA HACIENDA LA TRINIDAD. En octubre de 1821, el general Jose Antonio Paez, solicita le sea adjudicada la hacienda La Trinidad a traves de una permuta donde oferta  como parte de pago primero el Hato de Yagua, que le habia sido adjudicado por el Libertador, segundo, la suma de sueldos devengados que se le adeuden y liquidaran al respecto.Tercero,los sueldos sucesivos  y Cuarto, los productos que puede enterar de los productos de la misma hacienda.
"Secretaria de  Estado y del Despacho de Hacienda
Palacio de  Gobierno en Bogota, a 21 de noviembre de 1821
A.S.E. el Vice-Presidente de Venezuela
He dado cuenta al Gobierno de la comunicacion de V.E., de 30 de octubre (numero 31 ) relativa a la solicitud de su S.E. el señor General Jose Antonio Paez que desea que se le adjudique en venta la hacienda nombrada "La Trinidad" que fue de D. Antonio Fernandez de Leon, emigrado; y el Excmo, señor Vice-Presidente de la Republica encargado del Gobierno Supremo, ha resuelto: que en atencion a los servicios relevantes de S.E. el General Páez, Benemerito de Colombia, se le adjudique por V.E., la referida hacienda "La Trinidad" por su valor intrinseco, procediendo por ello su legal avaluo por peritos, y otorgando V.E. a su favor en nombre del Gobierno la correspondiente escritura; y que por pago de ella se le admita: Primero, el hato de Yagua, por su legitimo valor, procediendo tambien su avaluo. Segundo, la suma de sueldos devengados que se le adeudan y liquidaran al efecto. Tercero, los sueldos sucesivos y, Cuarto, las cantidades que puede enterar de los productos de la misma hacienda, pues de este modo quedaran satisfechos los deseos de tan Ilustre Jefe, y el Gobierno con la satisfaccion de haberlo complacido. Y le digo a V.E. , para su pronto y exacto cumplimiento, advirtiendo con esta ocasion que disponga V.E., la mejor administracion de las dichas haciendas del referido Leon, nombradas Palomito, Araguita, etc., pues con ellas cuenta el Gobierno para cubrir otras obligaciones de la Republica. Dios guarde a V.E. fdo Jose Maria del Castillo." (1)

Cuatro años despues, en 1825 se  le adjudicaron al General Jose Antonio Páez un porcentaje de los bienes secuestrados al Marques de Casa Leon, entre aquellos"la Hacienda La Trinidad y la hermosa casa de Maracay" (2). Otros bienes al General Santiago Mariño (3). Fue reservado un porcentaje de la hacienda para el hijo del Marques de Casa Leon.


Se produce así la transferencia de la propiedad territorial bajo la modalidad de confiscacion y permuta con la Ley de Haberes Militares (*). Va conformandose asi una nueva oligarquia territorial, esta vez con los benemeritos de la patria. 


En el tiempo el general Jose Antonio Paez (1790-1873), compro otras haciendas en Maracay, como La Hamaca y La Hamaquita. En otro post hablaremos de estas propiedades y el giro hacia la economia ganadera.

En cuanto a Maracay, el  25 de junio de  1824  fue erigida Canton de la Provincia de Caracas, con una poblacion que incluia a Choroni y Chuao de 8.453 habitantes en 1825 y 8.284 habitantes en 1829 (4).

 
Fuentes

(1 ) Pinto, Manuel. Documentos para la Historia de la Vida de Jose Antonio Paez, tomo I, pp.318-319, citado por Bolivar, Pedro Modesto. Paez en los valles de Aragua, Maracay, 1992 (coleccion pembol no.11.
(2 ) Landaeta Rosales, Manuel . Maracay (1697 a 1915). Caracas, 1915. Empresa El Cojo, p.26. (3), Ibidem, p 26 (4 ) Idem 
Perez Contreras, Zandra (2012) Geohistoria de Maracay en Maracay, modernizacion de la ciudad 1908-1958. SaberUCV. 

*LEY DE HABERES MILITARES, dictada por el Libertador en 1817, mediante la cual asignaba a los oficiales y soldados todos los bienes raices e inmuebles secuestrados a  los realistas. A raiz del triunfo en Carabobo, el 24 de junio de 1821, queda consolidada la victoria de los patriotas y los realistas mas connotados emigran para salvar sus vidas, entre ellos el Marques de Casa Leon, a Puerto Rico. 


lunes, 31 de enero de 2022

La región Centro-Norte y el llano central en la visión historiográfica de Lucas Guillermo Castillo Lara


La región Centro-Norte y el llano central en la visión historiográfica de Lucas Guillermo Castillo Lara

Por Horacio Biord Castillo -enero 15, 2022
Con el Dr. Horacio Biord, autor de este articulo, esta fotografia fue tomada hace años, en el IVIC, en curso de Toponimia dictado por el Dr. Biord.



Lucas Guillermo Castillo Lara (San Casimiro, estado Aragua, 23 de junio de 1921 – Caracas, estado Miranda, 15 de diciembre de 2002) legó a la posteridad una vasta obra de investigación histórica, especialmente referida a pueblos y regiones de Venezuela. Dedicó gran parte de su trabajo investigativo a la historia de la región central de Venezuela, desde la costa hasta el llano guariqueño. Estados como Aragua, Miranda, Guárico, Carabobo, el actual Distrito Capital y parte de Vargas (La Guaira) fueron ampliamente estudiados en su obra histórica.

Al estado Aragua, su tierra natal, dedicó importantes estudios como San Casimiro de Güiripa. Crónicas de la sangre y el recuerdo, uno de sus primeros libros. Trata sobre San Casimiro y el terruño familiar de Güiripa, sus orígenes, su devenir social, su economía y actividades productivas, las tradiciones, los recuerdos y valores familiares.

El volumen Materiales para la historia provincial de Aragua constituyó su trabajo de incorporación como individuo de número a la Academia Nacional de la Historia en 1977. Es importante acotar que el discurso leído en esa ocasión y que viene a ser como la introducción al libro constituye una hermosa reflexión sobre el valor de la historia local y regional que con frecuencia es tenida como menuda y exigua y, en no pocas oportunidades, también como irrelevante.

En ese texto seminal, Lucas Guillermo Castillo Lara alude a la importancia de dicha historia “pequeña” para la comprensión de la historia más amplia del país. Resalta cómo esa oposición o tensión, para muchos irreconciliable, resulta necesaria cuando sus polos o extremos confluyen de manera enriquecedora. En un extremo estaría la llamada “historia nacional”, presentada muchas veces como visión excesivamente sintética, centrada en sucesos militares y políticos, y que fundamenta la “historia oficial” y sus versiones escolares. En el otro extremo, se situaría la historia local y regional.

Asimismo Castillo Lara aborda los aspectos emotivo y afectivo de la historia local y regional que contribuyen a la construcción, fortalecimiento y ampliación de las identidades. Por decirlo en términos coloquiales, lo grande se refleja en lo pequeño y lo pequeño deja su huella indeleble o impronta en lo grande, por más reducida que sean sus dimensiones. El trabajo del analista, del historiador o intérprete de los hechos sociales, es precisar esas interacciones no siempre visibles para la mirada lega o apresurada.

Ese discurso es digno de ser revisado y analizado, releído con especial énfasis en estos tiempos de sentimientos encontrados en torno a la venezolanidad. Más de cuatro décadas después de haber sido escrito, ese texto nos convoca de nuevo como estudiosos del pasado y como personas o ciudadanos a volver sobre los orígenes que explican nuestro ser individual y social. Se trata de una mirada que nos permita no solo explicar fenómenos en cierta medida ajenos o distantes del yo cognoscente sino entender-nos y reconciliar-nos con nuestras profundidades sociohistóricas y culturales.

Castillo Lara luego escribiría los dos tomos fundamentales sobre San Sebastián de los Reyes y la proyección colonial de ese poblado que abre las puertas al Llano y que durante la época colonial tuvo una gran relevancia. Su jurisdicción llegó a abarcar hasta las orillas (el Costo como lo llaman sus pobladores) del Orinoco.

De especial trascendencia es el estudio sobre Maracay en la época colonial que contribuye ampliamente a entender la consolidación de la ciudad hasta convertirse no solo en capital del estado, sino en asiento del poder en la época gomecista. Siguen también la historia de Camatagua y Carmen de Cura, poblaciones agrarias del sur aragüeño, y una investigación sobre el devenir histórico de Barbacoas de los Llanos, que perteneció al Guárico hasta la tercera década del siglo XX cuando se cambiaron los límites estadales para compensar la cesión de San Juan de los Morros al Guárico, tras mudarse la capitalidad de Calabozo a San Juan. Cierran estas investigaciones sobre el pasado aragüeño los dos tomos de Nortemar aragüeño que reconstruyen la historia de los pueblos del litoral de Aragua.

A las publicaciones anteriores se suman el trabajo sobre La Victoria, importante centro urbano de Aragua, actualmente el segundo después de Maracay, y los opúsculos dedicados a Villa de Cura, Choroní y la capilla de El Loro, caserío agrícola próximo a San Casimiro. Destaca también el estudio relativo al general Antonio Valero de Bernabé y su gesta libertaria que proporciona importantes datos sobre la historia regional de Aragua, a la vez que desvela redes de parentesco e información genealógica de gran valor sociohistórico.

En el género biográfico, son de resaltar las biografías de los ilustres próceres aragüeños y, en especial, los de San Sebastián de los Reyes. Esas semblanzas rescatan vidas de personajes muchas veces injustamente olvidados e ilustran diversos aspectos de la vida provincial en la época de la Independencia.

Al estado Miranda, al que estuvo unido por fuertes lazos personales y en el que vivió gran parte de su vida, le dedicó Castillo Lara uno de sus primeros libros en 1970, titulado Una tierra llamada Guaicaipuro. Apuntes para el caminar de siete pueblos, tres libros sobre Barlovento: uno consagrado a sus orígenes coloniales, otro a Juan Francisco de León y los isleños o canarios y, el tercero, a la historia de Curiepe. También destaca un trabajo sobre Guarenas, un ensayo sobre Ocumare del Tuy y un artículo referido a San Diego de Los Altos, la fundación del pueblo y la erección de la parroquia eclesiástica.

Con relación al estado Miranda, hay que añadir también algunas páginas dispersas de evocación de Los Teques y de figuras entrañables para el cariño familiar como el padre Isaías Ojeda, sdb, primer director salesiano a partir de 1935 del Liceo San José de Los Teques, donde estudió el autor. El libro Cien años de la raigambre salesiana en Venezuela también aporta datos valiosos sobre la obra de los salesianos en los estados Miranda y Carabobo y en Caracas.

Con relación al Distrito Capital y la ciudad de Caracas, deben citarse en primer lugar los tomos relativos a los mercedarios y la vida social de Caracas en el siglo XVII y XVIII y también el libro sobre las aventuras de Ruy Fernández de Fuenmayor, más el discurso con motivo del bicentenario del Libertador. Dichos aportes contribuyen a delinear mejor la comprensión histórica de la región Centro-Norte. A ello se suman un trabajo de corte monográfico como lo son el estudio sobre el Panteón Nacional y la biografía de Bolívar, con interesantes datos sobre la niñez y la juventud del Libertador y su actuación anterior a 1810. En conjunto, esos trabajos enriquecen la historiografía mirandina y caraqueña.

Al estado Guárico le dedicó en 1975 la historia colonial de Calabozo, con el hermoso subtítulo de “el derecho de existir bajo el sol”, y luego la historia de Guardatinajas, población llanera cercana a Calabozo. Se debe añadir que en el libro dedicado al centenario de la diócesis del Zulia aporta datos de gran valor, explicaciones y reflexiones sobre la creación de la diócesis del Llano, hoy arquidiócesis de Calabozo y su amplia jurisdicción inicial.

A Carabobo, por su parte, Castillo Lara le consagró una evocación de Puerto Cabello, lar nativo de su esposa, Lilliam Brandt de Castillo, y un trabajo sobre la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821). En su biografía de monseñor Francisco Iturriza Guillén, sdb, segundo obispo de Coro y su antiguo profesor en el Liceo San José, aporta diversos datos sobre la Valencia nativa del obispo salesiano que iluminan aspectos de la vida social de la capital carabobeña a finales del siglo XIX y principios del XX. También debe añadirse la biografía de José Laurencio Silva, nativo de El Tinaco, estado Cojedes, población cercana a Valencia.

La obra historiográfica de Lucas Guillermo Castillo Lara emerge como una contribución al estudio de la historia regional y local de Venezuela, en especial de dos regiones: los Andes tachirenses y la región Centro-Norte de Venezuela. A ello se sumarían algunos aspectos temáticos, como la historia eclesiástica, la biografía y la historia colonial, hoy un tanto desatendida ante el urgente interés que ha concitado entre los estudiosos la comprensión, fundamentalmente, del devenir político venezolano en el siglo XX y los procesos iniciados en el siglo XIX con el establecimiento y los intentos de consolidación del estado nacional venezolano.

Quisiera destacar dos aspectos: el primero es que el conocimiento personal que tenía Lucas Guillermo Castillo Lara de la región Centro-Norte de Venezuela, de sus pueblos y caminos, de sus gentes, de los recodos de su geografía e historia, a lo cual se suman la historia oral y las tradiciones, le permitió construir el monumento historiográfico que es su obra sobre esta importante región del país. Si bien, los estudios de pueblos y ciudades llaneras se saldrían un poco del ámbito físico de la región Centro-Norte, no es menos cierto que dichas poblaciones estaban y están activamente conectadas con la región Centro-Norte. Si trazamos unas líneas desde Puerto Cabello hasta Cúpira (estado Miranda, en la frontera casi con el estado Anzoátegui) y desde allí hasta Calabozo y desde allí nuevamente hasta Puerto Cabello habremos delineado un gran triángulo que comienza con el Llano y termina con la costa del mar Caribe. La contribución de Castillo Lara para la comprensión de ese gran triángulo y sus procesos sociohistóricos es fundamental.

El otro aspecto está relacionado, precisamente, con ese conocimiento e identificación del autor con la geografía y los pueblos y ciudades estudiadas. De ese amor, de esa identidad con la tierra, nació una pasión por introducir y ofrecer sus hallazgos históricos con breves y evocativas palabras de gran lirismo. Ese canto, esa celebración de la tierra y sus habitantes, enaltece el trabajo del historiador y lo aproxima al “color local” en la expresión del poeta e investigador. Se muestra más nítidamente en ese estilo al historiador que también era cronista, como lo fue de su natal San Casimiro.

Nota: La primera versión de este trabajo fue presentada en el XV Encuentro de Cronistas e Historiadores de Venezuela en Calabozo, organizado por el Grupo de Historia Regional y Local “Efraín Hurtado” y el Ateneo de Calabozo, Calabozo (estado Guárico), en octubre de 2021 (modalidad virtual).