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Acto de entrega de parcelas en La Morita II, 16 de diciembre de 1961 |
Construcción fuente oral
Relato de
vida de la señora María Hernández, vecina de La Morita II, hija de un
beneficiado de la reforma agraria en la década de los años sesenta del siglo
XX, realizada por la profesora Xiomara Pamela Rodríguez y la estudiante Martha
Romero, en el año 2000.
De las parcelas a los barrios
Estos fueron
unos terrenos que repartió el Instituto Agrario Nacional (IAN) a muchas
personas, anteriormente eran vaqueras, pero el IAN las desocupó y las pusieron
a producir verduras: papas, tomates, lechuga, pepino, repollo.
A mi papa le
entregaron una parcela que es la que tenemos actualmente y que hoy en día ya no
produce ganado, ni legumbres, porque todas se transformaron en barrios.
Vida cotidiana
Trabajo agrícola
Nos
parábamos muy temprano, porque mi mama hacia arepas para una hacienda de caña
llamada “La Pereña”, nos parábamos temprano a moler el maíz para que mi mama
hiciera las arepas. Entonces uno las
llevaba pa´ la bodega. La bodega quedaba lejos, para el lado de Coropo.
Entonces mi papa las llevaba para “La
Pereña”. Cuando regresaba nos íbamos para el monte a “jala machete”,
“escardilla” que se yo. Se regaba o se sembraba, lo que fuera, para eso íbamos
al campo, cuando “no había Escuela”.
La Escuela
La Escuela
quedaba en San Joaquín de Turmero, ahí nosotros estudiábamos. De la parcela a
la escuela nos íbamos por un caminito, no había calles, ni callejones, ni nada
que ver, todo esto era un caminito.
Hasta San Joaquín
nosotros caminábamos hasta San Joaquín,
a estudiar ¡bueno lo poco o mucho que
estudiábamos¡ Antes se estudiaba todo el día.
Las arepas
Vera entonces nos levantábamos muy temprano a ayudar a mi
mama a moler maíz, a eso de las cinco, cinco y media, ayudábamos a mi mama a
moler, a pilar el maíz, porque se pilaba el maíz; en la tarde se recalentaba el
maíz para el día siguiente moler el maíz y hacer el proceso de las arepas con
maíz pilao y molido en la casa para hacer
las arepas.
Las letrinas
Antes se
usaba letrinas. ¿Qué es letrinas? El hueco que uno hace en la tierra, los
campesinos no teníamos poceta, se hacia un hueco, se le ponían unos bloques
alla arriba y luego uno se agachaba allí. Antes uno hacia pupú, hacia sus
necesidades en un hueco, donde uno se asomaba y veía todo el pupu, veía todo, y
eso a veces se llenaba hasta arriba, pero igualito, tenía que hacerlo allí
porque no había más. Cuando el hueco se
llenaba se tapaba de tierra de basura y se hacía otro igualito.
Nacimiento
de una leyenda: El duende de la letrina
La letrina
era un hueco, la mujer embarazada se agacho y se le cayó el bebé,
¿Cómo lo iba
a agarrar? ¿y si se cae? ¿ que van a hacer con algo pequeño que cayó?
Lo dejaron
ahí, eso con el tiempo se vuelve duende, el duende, el que molesto del hecho te
tumba las cosas. Bueno, una vez ahí en la casa, yo sentía que caminaban, que me
agarraban las ollas y cosas así. Una señora nos dijo: “vayan donde fulatino de
tal para ver qué les dice. De repente les dice algo”. Voy casa de la señora y
ella vió por cartas, que a mi desde que me entregaron la casa el duende andaba
por ahí. La solución era hacerle un velorio a media noche.
Muy buena esta historia de María Hernández, aunque un poco exagerada con respecto a las letrinas, porque todas esas casas de La Morita I y Morita II, tenían baño con pocetas y lavamanos! Y que yo sepa, la escuela quedaba en la 2da. calle de la Morita I, porque yo asistí a ella para finalizar el 3er. grado!
ResponderEliminarGracias señora Gloria. ¿Usted nos permite que publiquemos su historia, narrada en Facebook?.
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